La mejor liga de Europa sin los mejores equipos del continente

Esta temporada ha sido muy exitosa con el baloncesto español. A falta de finalizar la temporada en la liga ACB el balance que podemos presentar ha sido excelente. Se ha conseguido ser campeones del Mundo y ganando a la hermética Grecia de Papaloukas. Se ha hecho historia al ganar la Copa ULEB y la FIBA Cup con más o menos holgura y el campeón y subcampeón de la ACB la temporada pasada, Unicaja y TAU, se han clasificado para la Final Four de Atenas. El bagaje es sobresaliente, pero sólo falta un detalle. Se está muy lejos de los mejores equipos de Europa. Es más, si los mejores participaran en la ACB, previsiblemente muchos de ellos ocuparían los puestos de play off. Hablo de Maccabi, Olympiakos, Panathinaikos, CSKA o Dynamo de Moscú. Hablo de la aristocracia europea.

Pese a la estructura de la ACB y la que se compone en los equipos participantes, creo que hay algo más que falta de presupuesto. Falta mayor profesionalización en todas las estructuras que rigen a este deporte en este país. Se tiene cantera, se tienen infrastructuras excelentes pero faltan muchas ideas, sobretodo faltan ideas buenas. Los proyectos. Tanto económicos, como deportivos, como los más importantes, los sociales. Dicho de otro modo, falta dinero, sobretodo el que se recoge de otras vías porque el dinero público sobra y mucho; faltan jugadores importantes, profundidad de plantillas, y sobretodo falta incrementar la asistencia a los pabellones y un contrato televisivo que esté a la altura.

Dicho de otro modo, un equipo que aspira a ser campeón de Europa debe aspirar como mínimo a una plantilla de más de 12 jugadores. Muchos tildan de excesivo el número de jugadores de la plantilla panathinaika, pero precisamente son los mismos que dieron el papel de favorito a este equipo por tener a tanto talento reunido en sus manos. Un equipo puntero en Europa aspira a jugar en el peor de los casos una cifra que supera de manera muy holgada los 60 partidos por temporada. Una barbaridad comparada con anteriores fechas. Los partidos de selecciones vuelven a recoger la importancia de antaño, y no sólo en España; las ligas regulares tienen un mínimo de 34 partidos, más los play offs que son entre 3 y 9 partidos más; las Copas que son entre uno y 3 partidos y sólo hay que añadir torneos de nueva creación como la Supercopa. Pero un equipo puntero debe añadir la cantidad de partidos de los torneos europeos, en el caso de la Euroliga son 25 encuentros si se participa en la Final Four.

Falta incrementar las plantillas de los mejores equips de la competición. O lo que es lo mismo, hay demasiado buen jugador en equipos pequeños. Es el hecho diferecial respecto a otras ligas. El talento esta muy repartido y no tan concentrado en los grandes equipos como ocurre en Rusia, Grecia o Israel. Esto provoca que la clase media de las plantillas de esos equipos sea mucho más alta que la clase media de los mejores equipos españoles.

Falla también la eficiencia económica. Los modelos económicos de todos los clubes son insostenibles. O dependen de las subvenciones públicas, o del fondo perdido de clubes deportivos más potentes. Es cierto que el problema económico reside en toda la Europa baloncestística, pero en España es un auténtico drama. En su día reflejamos también que no hay pabellones propios, y lo más triste todavía, actualmente sólo el Barça tiene pabellón propio. Viejo y vetusto, pero de su propiedad.

La mejor liga de Europa debe aspirar a tener a las mejores aficiones de Europa. Un equipo puntero no puede sólo promediar menos de 5.000 espectadores en su propio pabellón. Ni tampoco tener un pabellón de menos de 10.000 asientos. Una baja masa social hace inútil el esfuerzo de un club para presentar un proyecto a la altura. La ACB debe aspirar a reunir los mejores y más amplios pabellones de Europa. Y eso también va por la FEB y sus sedes para el Eurobasket, pero de eso ya hablaremos más adelante, pero tiene delito. A esto se le suma el contrato televisivo disponible en este momento. Más clandestino que en Canal +. Si el baloncesto es un problema de audiencias que se vuelva a la televisión de pago, y que la gente pague. Estoy seguro que el baloncesto ACB genera más interés que el que se representa, pero si televisivamente no es rentable la solución debe ser la televisión de pago. Se incrementarían los ingresos y seguramente también aumentaría la asistencia, siempre y cuando se mejore la oferta.