Arseni Cañada, juventud sin estridencia

Unos van y otros llegan. Hace ya unas semanas de la jubilación de Pedro Barthe y es el tiempo justo que le he dado a Arseni Cañada para valorar su labor al frente de los encuentros. A primera vista creo que Televisión Española ha ganado con el cambio. Un aire fresco, justo lo que se necesitaba. Barthe ha hecho mucho por este deporte, tanto bueno como malo. Con Arseni Cañada se espera novedades en la retransmisión y sobretodo que adquiera las virtudes de Barthe, su pasión por este deporte, y que rechace los defectos que muchos le recriminábamos: opacidad, fobias y travestismo periodístico según el micrófono dónde hablaba.

El cambio lo considero positivo porque a simple vista he percibido un rechazo a las fobias y una aproximación al entusiasmo en la retransmisión. Qué menos que un periodista se sienta cómodo en el escenario donde trabaja. A parte tiene un profundo conocimiento del reglamento dada su experiencia como árbitro, por lo que se deduce un criterio propio a la hora de valorar las decisiones arbitrales. En este aspecto se ha enriquecido el discurso en la retransmisión.Así como se detecta una mejoría en el ritmo de narración, racional pero a la vez visceral, lo que incrementa la frescura en la narración alejándose de corsés o guiones establecidos.

Cañada en sus retransmisiones deja al margen los colores y da por supuesto que su única filiación es el baloncesto como fenómeno deportivo. No existen vinculos o afinidades hacia un color, que seguro que los tiene pero no los manifiesta. No es ni bueno ni malo, es simplemente un posicionamiento. Lo importante no es el sentimiento de pertenencia sino el respeto hacia las minorias u otras mayorías. Y Cañada respeta al aficionado, siendo respetuoso con quién le escucha y limitándose a narrar el encuentro televisado. Huye de la polémica y sobretodo de la provocación, al menos de momento, que sigue la línea con el respeto con el consumidor televisivo.

Sólo hay un pero a las retransmisiones de Cañada. La retransmisión debe aportar mayores novedades e incorporar nuevos soportes y contenidos. En tiempos de lejanía entre el consumidor y la empresa que retransmite el evento, el narrador debe generar vínculos de unión entre los dos vertices de la cadena. Cañada debe imponer su juventud en la retransmisión y mostrarse sensible hacia las innovaciones técnicas que disfruta. Cañada puede y debe mostrarse contemporáneo y aproximarse hacia el nuevo contexto creado. No estaría de más incorporar las nuevas tecnologías dentro del soporte televisivo que dirige, dar mayor cancha a la opinión y valoración de los aficionadose y hacer posible la incorporación de nuevos discursos y lenguajes hacia este deporte. Un guiño hacia la blogosfera o a la aldea global enriquecería mucho la retransmisión y provocaría una cosa más importante. Que el espectador, y a la vez aficionado, al que se debe se sienta escuchado, y a la vez más próximo, ya que una de las virtudes de este tiempo es que ya no estamos tan lejos sino cada vez más cerca.