La necesaria construccíón de otro telón de acero

Esta madrugada se ha celebrado el draft lottery con resultados muy soprendentes, Portland se ha hecho con el número 1 del draft mientras que Memphis se ha hecho con la cuarta elección en primera ronda. Lo que era motivo de esperanza para la permanencia de Pau Gasol ahora es el primer argumento de marcha del catalán a otra franquícia más competitiva. En Memphis lo saben y para ello, según Draft Express, usarán su condición para contratar a Ji Yianlian, un relevo natural de Gasol. En Memphis a partir de ahora se da por hecha su marcha.

A partir de ahora los rumores se volverán incesantes y afectarán al mercado europeo. Hasta la fecha del draft quedán aún muchas semanas y seguramente afectarán a muchos jugadores europeos que hoy por hoy están luchando por títulos de cara a la temporada que viene. La semana pasada sonó el nombre de Roko Ukic, hoy suena Marc Gasol como fichaje de los New York Knicks y mañana seguramente sonará Tiago Splitter, Rudy Fernández e incluso se hará sonar la boutade de esperar a que Ricky Rubio tenga un lugar en el draft. No me extrañaría nada. Aunque esto significa una mala noticia de cara al baloncesto europeo y la ULEB debería impedir que la liga norteamericana campara por sus anchas en territorio ajeno y saquee lo que más y mejor le conviene. Permitiéndose el lujo de despreciar a jugadores como Spanoulis, Jasikevicius o Sergio Rodríguez. No es lógico y conviene ordenar un poco la situación.

En muchas veces hemos hablado de evitar que Europa se convierta en la fábrica barata del baloncesto norteamericano. Barata porque les sale más económico un fichaje europeo que no formar o preparar a jugadores norteamericanos. Juegan con la ilusión de los deportistas prometiéndoles fama, lujo, dinero y gloria. En muchos casos sucede pero en la inmensa mayoría no. Ver al mejor base europeo de los últimos quince años, Jasikevicius, o a uno de los mejores escoltas de la Euroliga, Spanoulis, podridos en el banquillo duele y más cuando sólo permanecen por la módica cantidad de 4 y 3 millores de euros por temporada respectivamente. El dinero compra a los jugadores pero los clubes europeos no ven ni un duro.

Conviene cerrar fronteras y no tender puentes con el baloncesto norteamericano. Suena prohibitivo y proteccionista. Lo es. Pero es la única solución de no convertir la Euroliga en un vivero de promesas inexpertas o un cementerio de viejos elefantes de guerra. Cada año marcha algún jugador interesante a Estados Unidos, pero si se hubiera luchado por la permanencia de estos deportistas la Euroliga tendría un valor incalculable. Desde Pau Gasol hasta el hermanísimo han aterrizado a la NBA jugadores como Jasikevicius, Sani Becirovic, Spanoulis, Sergio Rodriguez, Fabrizio Oberto, Ginóbili, Arvydas Macijauskas, Beno Udrih, Rasho Nesterovic, Zydrunas Ilgauskas, Jorge Garbajosa, Carlos Delfino, José Manuel Calderón, Bostjan Nachbar, Sergio Rodríguez, Carlos Arroyo, Chapu Nocioni, Andrea Bargnani, Andrei Kirilenko, Dirk Nowitzki, Darius Songaila, Lymas Kleiza, Nenad Krstic, Turkoglu, Mehmet Okur, Gordan Giricek, Vladimir Radmanovic, Marco Jaric, Mickael Pietrus, Boris Diaw o Tony Parker.30 jugadores, muchos de los cuáles no son imprescindibles, otros son simplemente útiles y sólo una minoría son indiscutibles. Todos ellos grandes jugadores, pero lo cierto es que la gran mayoría tendrían una mayor utilidad en Europa. Y sino miren el caso de Planinic en el TAU, o no es una maravilla disfrutar de ello.


Sorteo de lotería del draft