Torneo de Madrid. No es todo oro lo que reluce.

Se comentaba en la previa y se tenía la sensación que iba a ser así. El torneo de Madrid iba a certificar la mejoría del juego de España respecto al año pasado en el Europeo de Serbia. No sólo no fue así sino que se evidenciaron errores en defensa que ahora mismo con el resultado y la euforia pasan desapercibidos pero que en un torneo serio pueden ser decisivos para aspirar o no a medalla. Lo mejor del torneo de este fin de semana, espectación y espectativas al margen, ha sido comprobar que España no depende del concurso de un jugador en concreto. Juegan como un colectivo. O mejor dicho, las individualidades limitan su talento en beneficio del equipo. Mérito de Pepu.

La lesión de Pau deslució ese importante duelo en la zona entre Gasol y Garbajosa frente a Scola y Oberto, con la lesión de Gasol la defensa española se centró en la defensa del jugador del Tau olvidándose del ex-Pamesa que acabó con unos números de escándalo, 16 puntos y 13 rebotes. Aún así, sin ser temerario, considero que el fundamental en la selección no es Gasol sino Jorge Garbajosa. Espléndido momento de forma no sólo ayer, sino desde que se empezó la preparación rumbo al mundial. Gasol es simplemente el intangible en un equipo llamado a conquistar y disfrutar del éxito, es el jugador que atrae las miradas, espectativas, las envidias y el que despierta los temores más profundos en los equipos contrarios. La presencia de Gasol otorga una capacidad intimidatoria al contrario pero quienes ganan los partidos de forma más o menos brillante es el resto del equipo.

No se pueden sacar conclusiones de un partido descafeinado contra la campeona olímpica. Pero sí se pueden obtener sensaciones generalizadas en los dos partidos. En su globalidad, aún no se ha visto todo el potencial de la selección. Se han visto pinceladas de lo que puede ser, pero no se percibe una totalidad de las posibilidades del grupo. Como pinceladas se detecta el gran estado de forma de Calderón, Gasol, Navarro y el tridente del Unicaja, Cabezas, Berni y Garbajosa. Se percibe también la aportación de Carlos Jimenez, vital en el esquema táctico de Pepu, y las posibilidades que ofrecen desde el refresco hombres como Felipe Reyes, Alex Mumbrú y Rudy Fernandez. Son los 10 que pelearán por las medallas. Marc Gasol y Sergio Rodriguez se intuye que estan para entrenar, adquirir experiencia y sobretodo observar. Más allá de estas funciones hacen restar los aspectos positivos del equipo, con ellos en pista la selección pierde los papeles, el contrario se disfruta a sí mismo y lógicamente un entrenador como Pepu se enfada.

Quizás sea bastante severo con estos dos jugadores. Puede parecerlo así, pero lo cierto es que desentonan entre un equipo con tanto potencial. Ni Sergio Rodriguez sabe dirigir ni Marc Gasol sabe defender. En el partido del sábado, con Marc Gasol en pista los polacos hicieron cinco veces el mismo ataque, arrastar al pivot central y alejarlo del poste bajo propiciando un espacio goloso para que un alero desde el perímetro entre en la zona y anote. Pepu visto el desbarajuste lo sustituyó en cinco minutos. Aún así ni Sonseca mejora la aportación del hermano de Gasol. Y desgraciadamente el trabajo en la zona se lo repartirán los otros tres.

Lo mejor de esta selección, talento al margen, es la pluralidad de recursos de cada uno de los jugadores. Se perciben muchas variantes tácticas que dificultan la defensa del equipo contrario. Si la zona ayer quedaba atascada con Mumbrú y Navarro en el perímetro la problemática queda resuelta. Si el problema es defensivo se recurre a Berni, a Jimenez y a Garbajosa como aleros y se aumenta la velocidad de la transición defensa y ataque. Es quizás lo que compensa el sólo disponer de 10 jugadores, parece que Pepu disponga de 15 perfiles de jugadores distintos.

Cierto es que las lagunas de la selección se focalizan en errores individuales. Muchos de ellos provocados por la falta de motivación en el transcurso de los encuentros. Es dificil mantener la concentración a lo largo de los partidos, y frente a rivales del potencial de China, Polonia, Serbia o Angola suele ser desgraciadamente frecuente. Contra Argentina es cierto que se disputó un encuentro intenso, aunque muy lejos del potencial a la que nos tiene acostumbrados. El motivo es sencillo, la preparación de Argentina ha sido sensiblemente más dura que la española, con un rival correoso como Brasil hace una semana y justo después de realizar un viaje transoceánico medirse contra toda una Lituania. Fue en el sábado precisamente donde se vió a la Argentina arrolladora, ayer simplemente vimos una caricatura de el equipo candidato al título. Se reservaron y aún así perdieron por un arbitraje muy sivilino, España dispuso de 32 tiros libres frente a los 16 de Argentina. Sin el arbitraje la final hubiera sido mucho más intensa de lo que fue.

En definitiva, España como conjunto sale reforzada pero defensivamente se la puede y se debe cuestionar. La selección reúne mucha diversidad en su plantilla pero no es menos cierto que Argentina o Estados Unidos reúnen mejor calidad individual que los españoles. Conviene ser moderadamente optimista y ser conscientes donde nos situamos con respecto a ellos y por encima de los demás aspirantes. España debe encontrar su puesto en la élite de baloncesto mientras argentinos y americanos llevan varios años demostrando su potencial. Aún así tienen el potencial suficiente para batir a estos dos gigantes, impensable hace unos años, pero conviene no situarse tan rápido en las alturas porque la caida puede ser muchísmo más dura.

Fotos: En portada Rudy Fernandez, uno de los que más aportan desde el banquillo