Las cabalas del hermanísimo

El hermanísimo deja entrever que se quiere ir esta temporada a la NBA. Por contrato se dejó una puerta abierta para dar el salto esta temporada y si todo anda como él se piensa dará el salto a la liga americana. Creo yo que lo va a dar de manera casi segura. Otra cuestión es si realmente tendrá protagonismo, o si será un acierto o no su presencia en la liga más mediática del baloncesto mundial. De todos modos se deben hacer varias relecturas sobre este posicionamiento del jugador, uno de ellos es el que afecta a su club más directo. Puñalada trasera al equipo que más apostó por él. Debe recordar Marc Gasol que gracias al Akasvayu hoy puede tener mayores opciones en el draft que con Ivanovic. Sólo por ello debería tener una mayor sensibilidad hacia los aficionados y al club que le paga.

Como bien he comentado en el blog de Peter Mihm hay otra lectura que debemos hacer sobre este posicionamiento. Quizás sea la más importante, y no es otra que la deportiva. Si cuestionamos el rendimiento de Marc Gasol extraemos una mayor presencia en pista, una mayor aportación ofensiva y reboteadora. ¿Es ésto lo que le valoramos a un pivot? Marc Gasol ya tenía estas cualidades con Ivanovic en el banquillo la temporada pasada. La "tanqueta", como bien se hacía llamar, era una máquina capaz de fabricar grandes números en serie, pero todo su brillo ofensivo pasaba desapercibido en el sacrificio defensivo. No importaba que Marconato estuviera a su lado, ni tampoco le importó lo más mínimo que el club apostara por el jugador con apenas 18 años, aunque tuviera sobrepeso, lesiones de rodillas. Se apostó por él e Ivanovic sólo le pedía un mayor sacrificio por el bien del equipo.

Esta temporada esperaba algo más del hermanísimo. Hizo un gran partido en la final del Mundobasket parando a Schortsanitis, y por ello merecía la duda de si realmente era capaz de volverse un pivot más completo. Un pivot como Drobjnak pero con mejor mecánica de lanzamiento. Marchó a Girona, creció en la cuestión estadística y fue una pieza importante en la primera vuelta de la temporada de su equipo. Ahora bien a partir de ahí, Gasol como su equipo entró en barrena. No fue protanista ni en la Copa del Rey, ni en varios partidos de la segunda vuelta. Tampoco lo fue en la Final Four de la Fiba Cup en Girona. Y su equipo perdió muchísimos partidos. Para colmo se ha despedido de la ACB con una serie lamentable, borrado por completo por Marconato que le negó el pan, el vino, el agua y la sal en la serie de cuartos de final. Una vez más Marc Gasol no dió lo que se esperaba de él.

Por eso creo que son insuficientes los argumentos para esperar de él algo más que una primera ronda. Hay pivots mejores que él. En España Splitter y Triguero son mucho más completos. En el caso de Splitter ha jugado ya tres Final Four consecutivas, ha ganado títulos y se siente protagonista en la competición. Triguero porque está en el Polaris y ha tenido a Marcus Fizer como rival pero sin duda la temporada que viene será una de las revelaciones. Son jugadores que crecen ante la adversidad, cosa que no ha sabido hacer Marc Gasol ni en el Barça, ni en el Akasvayu. O quizás no habrá querido porque uno aún piensa que puede hacerlo.