Con pie y medio en los cuartos

Era tan importante la victoria ayer en el Palau que no importaba el como. Si por lo civil o por lo criminal, pero había que ganar ayer como fuera. Y se hizo. Ayer el Barça volvió a demostrar lo bien que le sienta la comodidad de ceder la iniciativa para luego en la segunda mitad sentenciar el encuentro. Analizando, observando y comprendiendo los movimientos tácticos que ordenaba Oktay Mahmuti para luego aplicar la medicina correspondiente y sumar una nueva victoria. Se ganó en un partido intenso, equitativo en todos los aspectos del juego y que se decidía al final por destellos de calidad y mejor condición física. Ayer el Barça ganó al Efes Pilsen (86 a 77) y en Sópot puede ya clasificarse para los cuartos de final.

El partido de ayer comenzó con varias modificaciones en el Efes Pilsen. Oktay Mahmuti tenía claro que había que cerrar la sangria de puntos que obtiene el Barça gracias a su caudal ofensivo que desarrollan los exteriores azulgranas. Para ello hubo una sorpresa táctica, no viajó el base Horace Jenkins y Mahmuti tiró de físico para imponerse a los escoltas azulgranas. Con Drew Nicholas, Erden y Mustafa Abi se provocó un atasco ofensivo de Navarro, Basile y Lakovic.Hombres más altos y con mayor envergadura que los pequeños tiradores de Ivanovic. Navarro estuvo francamente mal en los dos primeros cuartos y el equipo se resentía. Valdría tomar nota en este planteamiento que hizo Mahmuti para evitarlo en citas futuras. Messina y Mahmuti, parcialmente, han sido los dos únicos entrenadores en enseñarnos como parar a Navarro.

Ivanovic en aquel entonces optó por la medida más plausible en esos momentos. Al tener Navarro dificultades con los marcajes que le propiciaban entre Abi y Drew Nicholas, el entrenador serbio optó por sustituirle por un jugador de similar envergadura para ver que sucedía. Salió Grimau a pista y el equilibrio volvió una vez más a salir. Una vez más Roger Grimau se convirtió en el desatascador oportuno para que el caudal ofensivo llegara a su fin. La canasta. Se desgastó defensivamente a Abi y el equipo otomano dependería una vez más de Drew Nicholas.

Ofensivamente, y durante un cuarto, Mahmuti destruyó por el exterior los sistemas defensivos del Barça. Gracias al lanzamiento exterior. Haislip estaba en superioridad constantemente para capturar el rebote, al igual que Erden y Nicholas en el perímetro. El primero penetraba facilmente mientras que los otros dos estubieron sublimes en el exterior. Con mucho acierto y sembrando de dudas el sistema esquisito de Ivanovic. Los otomanos atacaron tal como se hace ante una defensa zonal, y para colmo los rebotes iban a parar a manos turcas. Segundas oportunidades que se repitieron en 11 ocasiones. Muchas concesiones que podían haber sido decisivas en un encuentro tan igualado como el de ayer. Este hecho no es responsabilidad de los pivots, puesto que fueron en su mayoría rebotes largos y puesto que Mahmuti no planteó el partido con referencias bajo la canasta sino desde el exterior, delatando una vez más la fragilidad reboteadora de los escoltas y la necesidad de contar con aleros con presencia en la pista, que sean capaces de equilibrar la defensa colectiva.

El partido quedó solucionado con el desgaste de Mustapha Abi y la entrada de Navarro en el tercer cuarto. Su rendimiento cambió tanto que de 3 tres puntos en la primera mitad finalizó con 25 al acabar el partido. Anotó 6 triples de 10 intentos y 2 canastas de 9. Un balance muy pobre, es cierto, pero gracias a su liberación el equipo ganó el partido. A partir de ahí los hombres altos fueron asistidos y Kakiozis se convirtió en un buen recurso ofensivo apuntando desde las esquinas. Cierto es que Navarro es el alma ofensiva del Barça y también lo es que cada partido que pasa es menos imprescindible. Y eso que anotó 25 puntos. ¿Que pasará el día que Navarro esté más letal? El domingo contra el Polaris quizás lo sepamos.