Regalos inmerecidos a las orillas del Pisuerga

Partido perro en el Polideportivo Pisuerga, por no calificarlo de mediocre. Quizás se trata del peor partido de la temporada en liga ACB, no de ambos equipos, puesto que el Grupo Capitol no da una a derechas, sino de todos los partidos hasta ahora disputados por los 18 equipos. Un equipo malo frente a otro mucho peor. Uno que huele a cadaver frente a otro que, por suerte, coge aire para disputar la Copa. Pamesa ha sucumbido frente al Bruesa en Illumbe mientras mi apuesta personal, el Granada ha sucumbido ante el Caja San Fernando teniendo Gianella dos tiros libres para sentenciar el partido en el último minuto del choque, dos tiros libres errados que dieron lugar a una dramática prórroga para acabar perdiendo por 100 a 104. Seguramente el destino fue caprichoso y no quería dar tantos regalos al Barça, ya que despues de la imagen dada hubiera sido recochineo acabar por delante del Caja San Fernando y del Pamesa sin apenas esfuerzo.

Y menos frente a un equipo que no sabe ni ganar, ni mucho menos lanzar. Mucho físico en la pista con Bud Eley, Bernard Hopkins, Joseph Gomis y Joao Santos. Mucho físico que acaba siendo desaprovechado si no se dispone de un jugador que sepa encestar a más de dos metros de distancia. Por ahí pierde el Grupo Capitol. Un equipo que está muy agarrotado, nervioso y que sólo acierta cuando el cronómetro está parado. Curiosamente todos los tiros de campo lanzados cuando la jugada estaba invalidada entraban. E aquí cuando Imbroda debe recuperar el control mental de la situación. Son sin lugar a dudas el peor equipo de España, y sin destellos para presagiar algo mejor.

Y el Barça se contagió de ello y nos ofreció el clásico encuentro primitivo al que nos tiene acostumbrado cuando el equipo contrario no tiene la suficiente calidad para jugar al baloncesto. Lakovic sigue empecinado en resolver como un escolta mientras que Ukic sigue ejerciendo de base cuando sus cualidades le limitan a ser el sustituto natural de Basile. Una lesión que aprovecha Ivanovic para hacer probaturas varias, ya ensayada la posición de Kakiouzis como alero hoy ha ensayado otra variante táctica, jugar con Lakovic, Ukic y Navarro juntos. Principalmente porque el experimento con el griego hacia aguas. 20 rebotes ofensivos por parte del Grupo Capitol Valladolid. Dos bases para controlar la situación, mantener la posesión y realizar ataques en estáticos. Una variante interesante de no ser porque Lakovic quiere de hacer de escolta. Y ni debe ni puede.

La mejor virtud de Lakovic es la jerarquía. Sabe mandar, lidear y llevar perfectamente las transiciones ofensivas. Sabe imponer la estrategia defensiva. Se anticipa a los movimientos ofensivos del contrario y los previene. El principal defecto del esloveno es, al margen de no controlar a bases más explosivos, la colocación en el rebote. Una virtud que deben tener todos los escoltas y que Lakovic por sus características no posee. Ha estado torpe en los cuatro intentos de rebote largo, no sabe buscarlos, no sabe colocarse frente a ello y muchos intentos se convierten en pérdidas incomprensibles de posesión. Esa virtud es la que tiene precisamente Ukic y que por ello hace descartar al genial base del Barça para esa posición.

Mientras Navarro sigue a lo suyo. Sabe aprovechar los bloqueos que le ofrecen bien Marconato, como Kasun, como Fran Vázquez, y está en un momento de forma espléndido. Junto a Bullock el que mejor ha estado en esta jornada. Jugadores que anotan dónde y cuando quieren. No importa la posición, ni el contrario, ni la dificultad de ello. Se alzan, posicionan su brazo y anotan. Y eso pese a empezar con un parcial dañino a los ojos, 1 de 6 en lanzamientos. Hasta que dijo basta y anotó tres triples seguidos. Genialidades que los hacen grandes.

El otro destello individual ha sido el de Fran Vázquez. Avisamos que desde el enfrentamiento y sodomía aplicada por parte de Andersen al gallego, éste se ha convertido en otro jugador. Hoy ha sido estratosférico por no calificarlo de histórico. 12 tapones. Más 12 rebotes y 11 puntos. Y lo mejor de todo es que ha sabido controlarse varios minutos con 4 faltas personales. Sin apenas arriesgar, alzó su brazo armado e impedía los lanzamientos bien de Bud Eley, como del pequeño Rodrigo San Miguel, el único que sabia anotar y aprovecharse de lo poco que arriesgaba Fran Vázquez en el marcaje. De no ser por las faltas personales su marca podría haber sido inalcanzable. Mucho habrá que agradecer al gran Ettore por ordenar tal humillación. O quizás a los reyes magos, que en lugar del carbón que merecían nos obsequiaron con regalos inesperados. Eso sí, la caida puede ser más dura en el Palau. Nos visita Bordchart. Avisados estamos.