El interrogante que arrastra a Ukic

Una de tantas dudas que está mostrando el Barça se sitúa en el puesto de la dirección. La problemática no es novedosa, es más, se podría estar de acuerdo en que desde la marcha de Sarunas Jasikevicius, hace ya tres temporadas, nadie ha resuelto a día de hoy el problema. Lógicamente si el papel del base titular no está resuelto y se infecta jornada tras jornada, el papel del base suplente no es de extrañar que se plantee.

Bien es cierto que con Shammond Williams, el Barça se benefició de un parche de nueve meses, pero también lo es que la jerarquía de Jasikevicius no ha sido sustituida, y menos todavía el papel del gregario que lo reemplazaba. Tan importante o más que el primero. Podríamos decir que el Barça comenzó el declive no sólo desde la no renovación del contrato del lituano, sustituido por Vlado Ilievski, sino más bien cuando Nacho Rodríguez abandonó el Barcelona para ser reemplazado por Victor Sada . Un perfil que tampoco ha tenido reemplazo ni en la cancha ni en el corazón de los aficionados. Como gregarios han estado, Milos Vujanic (grandioso base pero las lesiones fueron caprichosas), Victor Sada, un escolta reconvertido a perro de presa y Ed Cota. Ninguno de ellos, por lesiones o por irregularidad o por falta de calidad y/o minutos ha desarrollado esa labor que realizaba Nacho Rodriguez.

Generalmente en un equipo de élite, el papel de segundo base lo desarrolla o bien un especialista defensivo o una persona con la más absoluta veteranía. El TAU, y por supuesto el Barça, al carecer de este perfil en su plantilla, resta más que suma.El año pasado el Baskonia tuvieron a un jugador con suma electricidad, que servía de gasolina para apagar incendios. Lógicamente si juegas con fuego con material inflamable tiene su riesgo y su peligrosidad. Tanta que no volvieron a repetir la experiencia y en un intercambio traspasaron a ese mismo jugador a un rival directo y trajeron a un jugador de jerarquía. Ese mismo jugador está ahora en el Barça, y desde su aterrizaje en el Palau plantea más dudas que argumentos a favor. La interrogante Ukic.

Han pasado diez partidos oficiales, una cantidad de partidos simbólica para analizar la evolución del jugador. Siete de liga Regular, dos de Euroliga y uno de Supercopa de España. Roko Ukic, costó 1 millón de euros, más la ficha. Una cantidad que sirve para jugar una media de 16 minutos por encuentro. 7 puntos, 1 asistencia y 1 pérdida por encuentro. Estadísticamente son las mismas cifras que obtuvo con el Baskonia en toda la temporada. Con lesiones al margen, puesto que se perdió cinco partidos en toda la temporada. Ukic está ofreciendo lo mismo que la temporada pasada. Ni más ni menos. Pero a un coste de dos millones de euros.

Trato del precio de la operación, puesto que después de siete partidos, y sin un aumento progresivo ni recesivo de su participación en los encuentros, da la sensación de gastarse a conciencia este coste para obtener un perfil demostradamente incendiario en el Baskonia. Usar un segundo base para hacer descansar al titular. No para cambiar dinámicas de encuentros, puesto que para más inri el suplente es un clon individualista del base titular. Defensivamente su sacrificio es nulo y ofensivamente no disfruta de grandes oportunidades de lanzamiento. Ukic dispone de las mismas oportunidades del tiro. 3 por encuentro, aunque disfruta o se le impone una mayor trascendencia en el lanzamiento exterior, hasta 4 por encuentro.

Ukic es un base que ni en el Baskonia ni en el Barça ha sido solidario. No dirige, ni reparte juego, ni da asistencias. Pero Ukic no engaña a nadie, es como es él, y es capaz de hacer lo mismo en un equipo y otro. Sin ser el líder que era en la liga Adriática. Como aspecto positivo Ukic no es peor que en el Baskonia. Como aspecto negativo es que Ukic no progresa, cuando es joven y debería hacerlo. Aunque no es hechable al jugador sino más bien del entrenador y el contratante, Dusko y Savic. Esta es más bien la interrogante sobre su fichaje, no el rendimiento del jugador. Fichar a un suplente para ejercer de suplente tiene su razón de peso. El juicio viene cuando se ficha a precio de crack. Y a conciencia. Aunque un baskonista como Velimir, toda una biblia para entender los problemas de éste Barça, y que nos lleva un año por delante me dió la respuesta. A Ivanovic no le importa perder batallas y formar soldados para ganar la guerra definitiva. Aunque sólo nos falte fichar al Chalmers de turno....

Referencias:

El momento en el que Savic definió la plantilla

Velimir hará un año se planteaba lo mismo que hoy en este blog...

y concluía de esta manera lo que ocurría