El TAU hace uso de la poética en el Palau

Maravilloso encuentro el disputado ayer en el Palau, dos grandes equipos se medían frente a frente. El mejor contra el aspirante. Ayer quedó demostrada la jerarquía de unos que dejaron retratados a los otros. Un partido a dos velocidades, la alta intensidad del Barça y un Baskonia dando todo un recital medio gas. El TAU se consolida como uno de los dos mejores de Europa, mientras, Ivanovic tiene su propósito, aprovechar el órdago sincero de su anterior equipo para conocer las verdaderas opciones de este equipo para ser grande. Ahora mismo ninguna. Al menos si depende del rival que se vió ayer en el Palau será imposible esta temporada ganar un título, mientras el TAU, un equipo que sí que roza la excelencia ofrece detalles que recuerdan la enorme solidez mental del Barça de Pesic y un baloncesto excesivamente delicioso como nunca se recuerda. El TAU no es simplemente un rodillo, es una auténtica obra de arte a la que no nos queda más remedio, bendito sea, que sentarnos, o levantarnos, percibir dicha maravilla y sobretodo disfrutarla.

Muchos dan por sentado que quién dinamitó el partido fue Rakocevic. Ayer, el serbio dió todo un recital en el lanzamiento exterior, 6 triples de 9 intentos. 28 puntos en total. Lanzamientos que minaban la moral de un Barcelona que aguantó el tipo dos cuartos. Rakocevic fue uno de los recursos para conseguir la victoria en el Palau, pero las herramientas imprescindibles en este TAU son tres, Prigioni, Scola y sobretodo Planinic. En el caso de Planinic, roza el mal gusto que Savic se fijara en Ukic y posibilitara que Querejeta trajera, y si no al tiempo, al futuro mejor jugador FIBA del momento. Planinic es sin lugar a dudas el heredero de Bodiroga. Capaz de jugar hasta en cuatro posiciones distintas con brillantez y dotado de una capacidad de liderazgo de la que sólo se benefician los más grandes. Si con Prigioni o Scola el TAU fundamentaba las victorias, con Planinic los baskonistas se benefician del jugador diferencial para conseguir la Euroliga.

El Barça, aunque duela, no es el rodillo que nos prometieron. Sólo son pinceladas de buen baloncesto, pinceladas estéticas pero poco competitivas. Mientras el TAU es una obra de arte el Barça no deja de ser una vulgar pintura decorativa. Ya no se trata de tuberias corrosionadas sino de algo más conceptual. El Barça disimulando sus carencias, y haciendo un partido soberbio, quedó retratado en su pista. Una humillación silenciosa, quizás poética por su belleza, que debería hacer reflexionar no a los aficionados, sino a los más influyentes. El Barça por historia, presupuesto y grandeza no debería permitir que le anotaran 100 puntos en su propia pista.

Tácticamente el Barça ha evolucionado su juego. Definida la jaula, instalado el bosque en ciertas fases del partido y conseguir con brillantez las ayudas defensivas de los jugadores a los hombres altos, una pieza no hizo su labor. Navarro. Antes de ayer se percibía mayor solidaridad en su juego, ayer no sólo fue mucho más individualista sino que dejó en evidencia a sus compañeros. Navarro, que aspira a la NBA, demostró su nulo sacrificio defensivo. Anotador de puntos estériles, ahora bombas, corre el riesgo de encasillarse, estancarse o atascarse en sólo eso. Si todavía alguno consideraba en él un líder ayer se desengañaría definitivamente. Actualmente lo podríamos considerar el Rakocevic del Real Madrid. Extraordinario jugador pero una temeridad construir un equipo en torno a él.

Ayer la derrota se fundamentó en no disponer del jugador desequilibrante y de quedar inutilizadas las tácticas defensivas preparadas. Las marcas individuales fueron totalmente erróneas. Planinic fue marcado por Lakovic o Basile, mientras que Rodrigo de la Fuente marcaba a Rakocevic. Justo al revés de lo que se debería. Algunos señalaran que en el primer cuarto fue todo un recital. Nada más lejos de la realidad. Unos hacían lo que podían y otros marcaban el guión del partido. El TAU nunca permitió diferencias mayores de 9 puntos. Y más cuando anotaba de manera muy cómoda. Desnudando los automatismos defensivos del Barça, de los 26 intentos de lanzamiento exterior, 20 los efectuaron en la más absoluta soledad. Por una vez la sangría no fue en el poste bajo sino en la defensa exterior. El motivo de ello sólo tiene una explicación. El respeto que tiene Ivanovic hacia Scola, con él en pista tanto Rakocevic, como Planinic como Prigioni se beneficiaron de la extrema vigilancia a la que estaba sometido, vigilancia por cierto ineficiente, 17 puntos y 8 rebotes.

Aún así, considero que la derrota es honrosa por el rival del que se trataba. Una derrota poética para el aficionado y pedagógica para la plantilla. Sólo así se construyen hechos más importantes. Detrás de un gran equipo se esconde alguna derrota contundente para desinflar los aires de grandeza que respiran los jugadores. Pese a todo, creo que como rival el Barça no decepcionó. Aunque como equipo lo hayan establecido como rutina.

Foto: En portada Planinic, todo un recital ayer, se doctoró en el Palau.