En Europa la inmadurez se paga

Se suponía en la previa que el partido sería interesante. El recinto y dos campeones de Europa frente a frente. Un grande del pasado, la Penya, frente a un grande del presente, Panathinaikos. Quizás si me apuran dos equipos que tienen posibilidades de mantener un estatus de grandeza en un futuro. Dos ideas de juego, la mobilidad contra la fuerza empírica en el baloncesto. Y en los banquillos dos excelentes entrenadores, el que más Copas de Europa ha ganado, Zeljko Obradovic y el que más Final Four ha disputado, y perdido, Aíto.

El partido presentó las características, virtudes y carencias de ambos equipos y de ambos entrenadores, Aíto vuelve a desnudar las carencias de los equipos de Obradovic gracias al dinamismo y la velocidad, y un punto de aceleración demasiado prematuro cuando te enfrentas a un equipo griego. Obradovic vuelve a desnudar las carencias de los equipos de Aíto. Se hunden cuando le pones una sólida defensa en zona. Crecen los nervios y el aro de la canasta se reduce por segundos que eternizan un partido. La Penya hizo su partido y Obradovic hizo el suyo, lo justo hubiera sido un empate, pero en el baloncesto o ganas o pierdes. No hay término medio. Y ante la injusticia, como en todas las derrotas de los equipos de Aíto, la culpa se focaliza en tres hombres. Los árbitros.

Soy el primero en dar trascendencia a la influencia de los intangibles en un partido de baloncesto. Y más en un torneo de Euroliga. Se conocen las tradicionales influencias para beneficiar a griegos, rusos,balcánicos e israelies. Si somos sinceros y hacemos un vistazo a la historia reciente, desde la instauración de la Euroliga como formato y desde el mandato, o gobernabilidad, como prefieran, de Jordi Bartomeu, se mantiene el pedigrí de los clubes que se alinearon a favor de la FIBA en detrimento de la ULEB. El Panathinaikos quizás porque junto al Maccabi es uno de los principales aliados de Stankovic, presidente de la FIBA, y no es plan el que hubiera un nuevo cisma en la máxima competición. Fue el primer campeón de la Euroliga y en apenas diez años ha ganado tres entorchados europeos. Si analizamos los últimos campeones, a excepción del Barça, todos los campeones han sido aliados directos de la FIBA. Panathinaikos, Maccabi y CSKA. Unos equipos gozan del respeto y la jerarquía, mientras otros deben ganarsela, y sobretodo merecerla, con el paso del tiempo.

Alejándonos del baloncesto ficción, y concentrándonos en el partido, analizando las faltas hay una igualdad extrema en la concesión de 24 faltas personales para cada equipo. Cuatro de ellas realizadas por la Penya para igualar el partido a la desesperada. El árbitro no es excusa y sí lo es el mal planteamiento de Aíto, que cada año que pasa sigue sin saber como jugar contra un equipo serio en Europa. Todo el respeto que se ha ganado, con méritos, en España, lo tira por la borda en Europa. En el baloncesto, una remontada de 22 puntos a domicilio nunca puede ser por culpa del árbitro. Nunca. Y más cuando las sensaciones que ofrecían la Penya eran cada segundo más cercanas a la inestabilidad, inconsistencia y al nerviosismo. Cuando se gana de 22 puntos no puedes caer en la tentación de perder más de 20 balones en la segunda parte. Sólo 6 en la primera mitad. Cuando se acercan en el marcador no puedes poner a un chico de 16 años en la pista, porque ese chico te va a perder cuatro balones en diez minutos. Y te reducen 8 puntos la diferencia. Y sobretodo para neutralizar el juego a base de tiros libres, quién mejor sabe utilizar este recurso es el Panathinaikos. Las focalizaron sobre Betts mientras que la Penya las focalizó sobre Batiste.Y ninguna de ellas sirvió para parar un contrataque. Como sí hicieron los helenos.

La Penya no fue inteligente. Y para crecer en esta competición debe ser consciente de ello. Ni Aíto transmitió serenidad ni demostró la experiencia que tiene. Jugaron bien pero estuvieron muy nerviosos en la segunda mitad. Malas decisiones en el tiro. Forzar lanzamientos exteriores cuando no era necesario. No ralentizaron el ritmo cuando era preciso sino forzar mayor dinamismo cuando el partido necesitaba tranquilidad ¿Cuantos partidos ha perdido Aíto desde el banquillo en el último minuto?.¿Como suele perder los partidos Aíto en Europa?.¿En cuantos partidos se echa la culpa al árbitro?

El árbitro no tiene la culpa que el entrenador de la Penya, rote menos a sus jugadores que Obradovic, Sólo 5 jugadores jugaron más de 20 minutos, frente a los 7 del Panathinaikos. Los hombres de refresco de Aíto en vez de aportar estorbaban. Y eso no es bueno. A excepción de Rudy, el resto no estuvo a su nivel, ni Archibald ni Flys en el rebote, ni Rubio ni Huertas en la posesión, ni Laviña en la defensa. Pero estamos hablando de un grupo de jugadores, que exceptuando a Laviña, promedia una edad de 22 años. Cuando en Europa se necesita experiencia.

De todas formas, la derrota de ayer era tan inevitable como lo es el lamentarse de manera innecesaria hoy. Para aspirar a la segunda fase el hecho diferencial que la distinga de la Cibona y del Olimpija serán las victorias sobre Maccabi y Unicaja. Panathinaikos ha sido una oportunidad, contra estos dos equipos será la reválida si quieren pasar a la segunda fase. Un poco más de madurez por parte de los jugadores y un poco más de serenidad por parte de Aíto. El partido de ayer debe servir para algo más que para lamentaciones. La inmadurez es cara y la serenidad en estos partidos se valora su peso en oro.