El baloncesto español y su trastorno bipolar.

El soufflé empieza a bajar. Con el oro colgando, el galardón del Príncipe de Asturias y reventadas las audiencias es ahora cuando el baloncesto comienza lentamente su retorno al anonimato. Un servidor ya lo percibe. La audiencia de este blog pese a ser excelente ya se resiente de ello. El baloncesto corre el riesgo de convertirse en un deporte sin recorrido. Un deporte masivo en fechas concretas pero minoritario y excluyente a lo largo de todo el año. Todo tiene su explicación, de hecho ya hemos estado percibiendo en los dias previos y en los momentos posteriores llas posiciones que toman unos y como se retratan los otros.

El baloncesto como deporte, como evento o como producto destinado a una sociedad de masas es sensible al ideario de este pais. La bipolaridad. Todo lo acontencido en estos días, desde la campaña del "Al rojo vivo" hasta las palabras de Pepu reflejan que el baloncesto no se le considera como tal sino como un pretexto de contienda en el que unos y otros se disputan el poder. Ayer Velimir en su blog trató unas líneas sinuosas de la situación que toca vivir a partir de ahora. No es una situación que se haya cocinado en este último año, como bien se quiere dar a entender. Lo acontecido hasta la fecha es la consecuencia de la bipolaridad. Una situación que se viene arrastrando desde hace bastante tiempo. Más de lo que se tiene en cuenta.

Todo empezó con la creación de la Liga ACB en 1983. La ACB como sociedad que aglutinaba los intereses de los clubes de la entonces Liga Española frente a la Federación Española de Baloncesto que era quién la organizaba en aquel entonces. El intento ya de por sí mostraba recelos al otorgar la gestión a otro centro de poder, Barcelona y gestionada por hombres ajenos a la Federación, Portela, Jordi Bertomeu, Senespleda. Para evitar la pérdida de poder, la Federación instaló a su delfín en el sindicato de jugadores, Jose Luís Llorente que se convirtió en la fusta que atizaba las espaldas de los dirigentes de los clubes, Alemany y Querejeta por ejemplo, bién en forma de huelgas de jugadores o bien en la imposición de cupos en las plantillas de los equipos de élite.

El invento empieza a cuajar puesto que durante ese periodo el FC Barcelona se planta en tres Final Four, la Penya participa en dos y gana una Copa de Europa y el Real Madrid consigue otro titulo de la máxima competición continental. Si a esto se le suma la progresión de equipos como TAU, Estudiantes o Unicaja, se llegaba a la conclusión que la ACB era competitiva pero le faltaba un pequeño detalle para ser rentable. Los derechos televisivos.

Ahi aparece otro elemento en cuestión. Mediapro. Actual accionista de la Sexta y en su pasado fue la que asesoró a la Liga ACB a la hora de rentabilizar sus ingresos televisivos. Nos situamos en el año 1998. Un momento de cambio en el panorama televisivo. Prisa en una apuesta por su canal de pago, Canal+, decidió a través del director de la cadena, José Manuel Lorenzo, hacer una oferta estratosférica, 36 millones de euros por cuatro años. 9 millones anuales. Una oferta nunca vista hasta entonces pero que generaba inquietud. La ACB consciente de ello quiso renovar con TVE cobrando incluso un poco menos de lo que ofrecía Canal +, pero el director de deportes de TVE, Jose Angel De la Casa, al tener amistad con el de Canal+, Alfredo Relaño, y no llevarse bien con Eduard Portela, decide no mejorar su oferta. La ACB aceptó entonces la oferta de Lorenzo asumiendo el riesgo. El anonimato de la televisión de pago. Clasificar más a un segmento del aficionado medio del baloncesto. Aún así el contexto era favorable, el fútbol se beneficiaba de grandes y elevados ingresos gracias a la televisión privada, bien gratuita o bien de pago, y el baloncesto como segundo deporte nacional disfrutaba de pocos ingresos por este concepto. Para ello se instaura una bipolaridad en el panorama televisivo, Canal Satélite y Via Digital.

Por aquel entonces Jordi Bertomeu en su condición de dirigente de la ACB formaba parte de la asociación de clubes europeos de baloncesto, la ULEB. Esta asociación, quiso emular el cambio dado en España y decidió en su mayoría cambiar las normas de juego dictadas por la FIBA. Querían gestionar su propia competición y sus propios derechos televisivos. Hubo escisión en la élite continental. Todos en su mayoría aprobaron en su mayoría el proyecto de Bertomeu, la Euroliga, cuya primera final se celebró en el Sant Jordi y la ganó el Kinder de Bolonia de Ettore Messina. Sin embargo Grecia, Yugoslavia, Israel y Rusia partidarios de la FIBA decidieron participar en la competición que el máximo organismo continental organizaba, la Supraliga. La Euroliga, gracias al asesoramiento de Mediapro, firma un contrato para la explotación de los derechos televisivos con Via Digital. Mediapro en apenas dos años había conseguido cambiar las reglas del juego y provocar una sangría de millones dificilmente sostenible.

Ambas cadenas de pago en el año 2003 se percataron que el modelo deportivo sustentado por los fondos de ambas operadoras era un callejón sin salida. La fusión de ambas plataformas. En el año 2003 Lorenzo dimite de Canal + y deja retratado a un hombre que cuando él estornuda en Madrid se resfrían. Alfredo Relaño, principal jefe de deportes de Sogecable, director del Diario AS, responsable del éxito del Larguero y hombre con mucha influencia en el entorno polanquista. Alfredo Relaño mediante uno de sus sub-directores, Juan Mora, decide orquestar una campaña de desprestigio de la competición acusando a la ACB de disponer de un mal producto. De hecho, todas las columnas de Juan Mora siempre acusa a Portela y a la ACB de los pormenores del baloncesto. Relaño salvaba su influencia justificando la mala inversión a la ACB. Canal + en el 2002 pasa de ofrecer 12 millones de euros por cuatro años a retirarse en el 2003 una vez dimitido Lorenzo. A la ACB este movimiento la deja fuera de juego, de presentar la competición por la mañana a paralizarla seis horas después al no tener ninguna empresa que difundiera el evento. Desastroso.

Vuelve a entrar en el escenario José Angel De la Casa, director de deportes de TVE. Está obligado a negociar en su condición de representante de una cadena pública. Como amigo de Relaño y enemigo de Portela hace la oferta irrisoria que todos sabemos. 1,2 millones de euros por temporada hasta 2008. Desaparecieron las retransmisiones sublimes de Canal + y se pasó a lo tercer mundista del ente público. Y hecho a conciencia. Malos horarios y una actuación premeditada para desprestigiar la competición con el intento de dos cosas. Obligar a la ACB a pagar para garantizar la difusión del evento o bien y más peligrosa, dar alas a la Federación para que se rebele contra la ACB y coparticipe en el producto y así disponer de mayores ingresos que los que actualmente dispone.

El contexto actual beneficia más a la Federación que a la ACB. Los medios se han dedicado más a engrosar los méritos de Saez y nadie quiere recordar que ha sido la competición lo que ha provocado el progreso del baloncesto en este país. Juan Mora ha decidido ironizar sobre el progreso mediático del baloncesto en este país. El País cuestionó hace dos días el impacto que pueda tener. Prisa cuestiona, Relaño estornuda, la Federación lo celebra, los medios silencian las palabras de Pepu y Lissavesky gracias a ello se ve más cerca de ser ministro. Pero nadie está informado que en apenas 15 días empieza la Supercopa en Málaga y lo mejor de todo, ni estaremos informado de lo que ocurrirá. Por lo que Pepu grita más que me parece que no te han oído.


Referencias:


Juan Mora tira la piedra

El País sentencia.

Velimir sin embargo ayer nos lo advertía