CAI Zaragoza, equipo grande que aspira a ser un gran equipo.

Zaragoza se puede concebir como uno de los embriones del baloncesto en España. Como ciudad ha sabido aprovechar sus dos principales virtudes, el Ebro y su localización geográfica, motivos por los cuales la distinguen como la quinta ciudad española y la que mejor está situada, a 300 km de Madrid, de Barcelona, Valencia, del País Vasco y si lo desean de Toulouse donde se situa la principal industria aerospacial europea y una de las más importantes en el sector informático. Estas virtudes provocaron que muchas multinacionales instalaran allí sus centros logísticos o de producción, desde Adidas o la OPEL, hasta industrias nacionales como Pikolin o Balay. Sin embargo al resumir las virtudes de esta plaza, muchos omiten los detalles que la caracterizan como una ciudad que vive de manera apasionada el baloncesto. Y sin disponer de un equipo en la élite ACB.

Uno de los requisitos para rentabilizar un equipo de baloncesto que pertenezca a la élite es encontrarse en una ciudad que disponga de una población y un poder adquisitivo suficiente. A partir de ello se debe comenzar a generar un interés hacia este deporte. En términos empresariales sería disponer de un mercado propicio para optimizar el éxito del producto. En ambas situaciones Zaragoza reune las condiciones mínimas necesarias. Se beneficia de una masa social interesada en el baloncesto y que disponen de los activos suficientes para asistir cada quince días al recinto. Una necesidad importante para mantener el interés hacia este deporte es la de implantar un sólido trabajo de baloncesto de base, bien a través de conexiones con los colegios o con centros deportivos, Zaragoza en este caso ha cumplido perfectamente en este aspecto aportando jugadores a la élite nacional, como los hermanos Angulo o bien los hermanos Arcega, o el gran Juan Antonio San Epifanio, éstos últimos beneficiándose de un ambicioso plan de cantera dirigido en Zaragoza llamado Operación Altura que sirvió de lanzadera de este deporte en Zaragoza.

Por otra parte, un equipo de baloncesto en la élite necesita de las mejores infrastructuras posibles para ejercer la actividad, en este caso Zaragoza dispone de un buen recinto con capacidad para 12.000 personas con una excelente visibilidad, siendo sede de dos Final Four en los años 90. Podemos decir que el Pabellón Principe de Felipe es una de las canchas más importantes del baloncesto FIBA.

Si estructuralmente, socialmente y geográficamente Zaragoza cumple absolutamente a la perfección todos los requisitos, hay un aspecto importante que ha impedido que esta ciudad actualmente no disponga de un equipo en la élite. La solidez económica. Siempre que se ha beneficiado de esta estabilidad el Baloncesto Zaragoza ha sido uno de los equipos más competitivos de España, esta tranquilidad se la otorgó la Caja de Ahorros Inmaculada, la CAI.

Como en toda sociedad deportiva, se llega a un momento en que o bien el club se vuelve más grande o bien muere de éxito. Ese momento llegó al CAI Zaragoza en la temporada 1991 cuando ganó la Copa del Rey frente al Joventut llegando la temporada siguiente a la final de la Recopa de Europa que perdió frente al PAOK de Salonika dirigido en la pista por el gran base Giannakis. A partir de ahí el club murió de éxito, CAI deja de ser el patrocinador principal y llega Natwest. Comienza el declive.

La estabilidad se perdió al cambiar de patrocinadores, si bien CAI fue un buen compañero sólido de viaje, los que le siguieron, Natwest y Amway no estuvieron a la altura, no perduraron en el tiempo y la confianza económica que generaba el Baloncesto Zaragoza fue una mezcla entre incertidumbre y desconfianza. Se tuvo que liquidar un equipo de baloncesto subcampeón de Copa y séptimo en ACB. Una desaparición injusta y polémica. Basada en una deuda insostenible, arrastrada desde la aparición de Natwest, y fomentada por potenciar un equipo para hacerlo más grande, llegaron a Zaragoza André Turner, Andy Toolson y el ex-Taugrés Kenn Bannister. Un buen equipo guiado por Alfred Julbe

Una vez más se cumple la principal premisa económica en los clubes de baloncesto en España, o bien crecen de la mano de un constructor, o bien de la mano de una empresa que invierta a fondo perdido y cubra la totalidad presupuestaria, o bien a través del caudal público. Sobretodo deben ser patrocinadores estables, puesto que para una empresa patrocinadora en el baloncesto no aporta beneficios inmediatos sino más bien una mejora de la imagen corporativa o bien concepto que se tiene de la empresa. Se fomenta el concepto de marca. Amway por ejemplo utilizó al equipo para dar una imagen de modernidad y buen hacer de sus metodos empresariales en medio de acusaciones que la tachaban de una forma de proceder más bien sectaria con sus trabajadores. Sólo en España Amway en publicidad invirtió 10 millones de dólares en un año.

En el CAI Zaragoza se benefician actualmente de la empresa privada, del caudal público y del sector de la construcción. Actualmente tres empresas destacan en el patrocinio además de la CAI, que volvió para apoyar la refundación del club, Balay en el sector privado y Horcona y Grupo Plaza 14 en el sector de la construcción. Precisamente es el Grupo Plaza el que aporta el máximo dirigente, Javier Loriente, que va camino de hacer ascender al equipo al ACB. De hecho el año pasado casi lo consiguen en una final dramática contra el Bruesa de San Sebastian, que perdieron en la prorróga del quinto partido. Quizás una cuestión de destino, pero desde que se refundó el equipo en el 2002, por historia, presupuesto, estructura y masa social ha ido aspirando año tras año al ascenso a la Liga ACB.

Para este año el CAI Zaragoza se presenta con un plantel con mucha calidad pero que ofrece muchas dudas en la dirección y en la zona. En la dirección se turnan Juan Sartorelli y Lucas Victoriano, dos bases argentinos que sin embargo destacan por su irregularidad en el juego. Pierden excesivos balones. Cuentan con el prometedor base Quim Colom, fichado del junior del Basquet Lleida. Aún así Lucas Victoriano tiene experiencia en ascender equipos a las máximas competiciones, lo consiguió en el Basquet Lleida en la temporada 1999-00, cuando fue cedido por el Madrid y lo consiguió el año pasado en Lega 2 de Italia con el Euro Rida Scalati.

La pintura es otro aspecto preocupante. En primer lugar por la escasa intimidación que cuentan, disponen del inglés Onyekwe, Joseph Garcia, Vidaurreta y el prometedor pivot brasileño Faverani de 18 años. De Onyekwe y Vidaurreta destacan su capacidad defensiva, la envergadura, y su capacidad reboteadora. El aspecto negativo es que tienen mucha dificultad en la tarea ofensiva, de ahí la cesión por parte de Unicaja de Faverani, un pivot de 2.11, bastante rapido pero que sin embargo por cuestiones de edad le faltaría un poquito más de musculatura, actualmente pesa 103 kg, tantos como Onyekwe que mide diez centímetros menos. Para la faceta ofensiva Faverani estará acompañado de Joseph Garcia, auténtico trotamundos ya que ha jugado en la NCAA, en liga francesa y liga chipriota. Aportará el equilibrio necesario en la anotación y el rebote ofensivo.

Donde se distingue una vez más el CAI es en la calidad de sus hombres del perímetro. Cuentan con Matías Lescano, alero argentino de 24 años bastante completo y con el veterano Alberto Angulo, que es el que tira normalmente del carro del equipo por su mencionada veteranía, por calidad y sobretodo por la ascendencia que le concede el haber conquistado títulos. A parte se encuentra un prometedor alero llamado Alberto Corbacho, 22 años, que de momento está completando una excelente pretemporada.

Tienen en definitiva una plantilla equilibrada en juventud y veteranía, quizás le falte un poco más de calidad en la dirección visto lo que presentan otros conjuntos. En mí opinión creo que no es la indiscutible puesto que la liga LEB no se caracteriza por ser previsible.

La liga LEB es una competición muy atractiva. No por el nivel ni por el perfil de los jugadores, que no tienen nada que ver con los de un equipo de élite. Es atractiva por la extrema igualdad de los equipos, aspiran a todo desde un León Caja España, Leche Rio Breogan, CAI Zaragoza, Plus Pujol Lleida, Ricoh Manresa, Lobos Cantabria o el mismo Tenerife. Este elevado nivel viene respaldado por el caudal público en general, y se confirma por la buena calidad de los fichajes presentados. Por ejemplo el ya presentado por un servidor en este blog, Paolo Quinteros, un buen escolta procedente de Boca Juniors y MVP de Liga Nacional, ha fichado por Baloncesto León. Podemos concebir la liga LEB como la liga profesional, no de élite, más importante de Europa, sólo por detrás de la NCAA, lo que son palabras mayores.

En definitiva, el ascenso es posible, puesto que ascienden dos equipos. La tarea no sera sencilla pero con el pabellón que disponen y casi 8.000 personas abarrotándolo es posible que lo consigan. Lo que si está claro es que deben ascender este año puesto que a la ciudad le interesa disponer de un equipo puntero en fútbol y baloncesto para promocionar por todo lo alto el evento que debe cambiar la ciudad, la Exposición Internacional. De momento la afición responde, 7.500 abonados para esta temporada a falta de dos semanas para empezar la LEB. Y es que la ciudad tiene ganas de ello.

Foto: En portada Vitor Faverani, la perla de la competición con la que se aspira a llegar a la excelencia.