A la caza del joven talento

Como bien anunció un participante anónimo en este foro, el Real Madrid se ha reforzado de cara a los play offs. Ficha a un pivot, Jerome Moiso, y a un jovencísimo base procedente de la liga LEB. Sergi Llull. No extrañaba la contratación de un pivot, puesto que es la posición más importante en los esquemas de Joan Plaza, pero sí lo es la incorporación de Llull procedente del Ricoh Manresa. Sorprende su incorporación cuando los manresanos se están jugando el ascenso a la liga ACB. Lo tienen muy bien pero esta baja inmediata no se comprende en absoluto. En clave madridista es extraña pero debería situarse, y sobretodo relacionarse, con las incorporaciones que hacen los equipos punteros. Cazar a la joven promesa.

Llull se trata de un base de 19 años, 1.92m, y que, a pesar de su juventud, ya debutó con la ACB la temporada pasada jugando 11 partidos. Llull era el tercer base del Ricoh Manresa y tenía a dos decentes bases como maestros, uno que ya ha llegado a la élite en el Pamesa, Albert Oliver, otro que se ha quedado esta temporada como base titular para dirigir al equipo hacia el ascenso, como es Rafa Martínez. Llull ha ido quemando etapas poco a poco, primero como tercer base, ahora como base suplente. Ahora le llega el tren de un equipo de Euroliga, que bien por sus deseos, los del representante o bien los de su entorno o familiares no lo han podido dejar escapar. Este fichaje relámpago se supone que debe ser para reforzar una posición que exige mucho sacrificio defensivo por parte de los jugadores. Tanto Raúl López como Tunçeri cometen muchas faltas y eso provocaba que tuviera que salir Richard Nguema. Con todo lo que representaba. Del hispano-guineano se esperaba la versión blanca, o negra, de Ricky Rubio, cuando la realidad presentaba a un jovencísimo base, sin apenas físico y con muchas lagunas tácticas. Por lo que Nguema se trata de la víctima de este fichaje.

Llull ocupará la plaza de tercer base en el equipo blanco. Se supone que Plaza lo que hará es poner a prueba al jugador en este periodo. Si lo ve bien permanecerá en el primer equipo; si lo ve poco maduro para el puesto no dudarán en cederlo a un recien ascendido para más tarde incorporarse con galones. Lo que está claro es que evitemos las comparaciones con casos como Rubio o Mario Fernández y situémoslo donde le corresponde. Tercer base en un equipo que va a jugar Euroliga, liga regular ACB, Supercopa ACB, Copa del Rey y cuya plantilla vendrá, en su mayoría, de disputar un durísimo Eurobasket. Tunçeri, Marco Thomas, Mumbrú, Milic, Felipe Reyes o Blagota Sekulic. Plaza de esta manera también tiene claro que, en una plantilla de 12 jugadores, 3 de ellos tienen que ser bases. Asegurar la dirección en una temporada que se presenta con cerca de 70 partidos. Y eso teniendo en cuenta que España entera, sobretodo la futbolera, va a exigirles llegar a la Final Four.

Fichan a un base de 19 años, y no debería escandalizarse el hecho de la contratación. El joven talento escasea en Europa, y sobretodo en España. En España sólo han debutado tres jugadores españoles en la ACB, Nacho Martín en el Granada, Juanjo Triguero en el Polaris Murcia y Mario Fernández en el Gran Canaria. El Real Madrid sin embargo ha fichado una promesa que ya conoce la liga. Pero sin embargo es una promesa. Como hace el Barça fichando a Djedovic a mitad de la primera vuelta, o como ha hecho ahora con un pivot de 15 años de Hungría llamado Norbert Timko. O como también suele hacer el Baskonia puliendo a Matías Nocedal ofreciéndole un contrato a 8 años vista. O como va a hacer el PAMESA para cerrar el fichaje de Ezequiel Manzanares. Ya hace años que se abrió la veda para cazar al joven talento, y la contratación de Llull por el Real Madrid supone un paso agigantado por un club que aspira a volver ser grande. Y para ser grande en la pista se debe ser fuera de ella, o sea, con las mejores promesas.


Foto: En portada Sergi Llull con la camiseta del Ricoh Manresa.