El increíble viaje de la excelencia a la mediocridad.

Después de la euforía,¿desmedida?, desatada hace dos meses, Ivanovic en una semana ha desinflado tal posibilidad. Un equipo que apuntaba a mucho ahora sólo genera desconfianza. Hoy Diario Sport y La Vanguardia tratan una presumible preocupación de la directiva. Quizás Kantinu como periodista sepa algo que los demás desconocemos. Mientras divagamos entre preocupaciones que seguramente no lleven a ninguna parte en esta semana se abre un periodo de reflexión en el Palau. Este fin de semana comienza la liga ACB para el Barça contra el Etosa en Alicante. Será un encuentro complicado ante un rival que como el Barça aún busca su identidad. La ventaja de tal desplazamiento es la imposibilidad que el aficionado del Palau se pronuncie hasta la semana que viene, momento en el cual será el Gran Canaria de Sitapha Savané y Kornel David el equipo que pondrá a prueba al Barça, a Ivanovic y a los abonados a la sección del club. Una mala actuación del equipo de Dusko ante los suyos puede hacer despertar la conciencia de una afición exigente, capaz de echar a todo un Rony Seikaly, a todo un Aíto, a un Josep Lluis Núñez y también a un Joan Laporta del Palau.

A Dusko le suponemos una inteligencia. Tantos años como base distinguido de la escuela balcánica y el hecho de militar en el equipo europeo más grande de la historia deben marcar. A pesar de sus estridencias en el banquillo y sus planteamientos tácticos más que discutibles, un servidor simplemente se lamenta de que no aproveche las virtudes generadas por haber permanecido en la élite. Es posible que su compañero antes y jefe después Zoran Savic en vez de ayudarlo le haya ocasionado mayores problemas con la contratación de según que jugadores, Ukic, Williams, Ed Cota por ejemplo. Ivanovic no tiene la plantilla que él desaría pero dispone de una plantilla de tanta calidad como la que disfrutaba en sus años en el Baskonia. No mejor pero si similar. Sólo hay un hecho en que no se puede comparar esta plantilla con la del TAU y quizás lo más importante en el baloncesto. El carácter.

Podemos suponer una calidad en los jugadores, hablar de Lakovic como el mejor base de Europa, de Fran Vázquez como jugador excesivamente prometedor, de Mario Kasun como un excelente pivot como también de Roko Ukic como un genio hasta ahora incomprendido. Pero hasta ahora nadie, ni un servidor ni siquiera un analista deportivo ha hecho referencia alguna sobre la mentalidad de estos jugadores. El carácter fue una de las carencias que sufría la plantilla del Barça la temporada pasada. Muchos partidos decisivos no se desarrollaban con la mentalidad adecuada, propiciando derrotas absurdas en los últimos minutos del último cuarto. El Barça mentalmente era un equipo muy inestable, por momentos inseguro de sus capacidades. Si Basile o Williams no anotaban rápidamente el desconcierto se apoderaba de ellos y sus estadísticas afectaban negativamente al colectivo. Mentálmente era el equipo más débil de la élite.

El aspecto mental en un equipo competitivo se pudo percibir en el partido del sábado que medía a Unicaja y TAU. Dicho aspecto fue motivo de que lo destacara repetidas veces. Una intensidad tan elevada sólo puede venir provocada si se dispone de un carácter competitivo fuera de lo común. Otro ejemplo a destacar sería el Barça de Pesic que ganó la triple corona. Ante rivales equitativos, el grupo liderado por Bodiroga nos ofrecía encuentros que duraban hasta el último segundo. Y ganaban. Este hecho actualmente no lo puedo percibir en el Barça actual, principalmente porque a día de hoy estoy esperando que Dusko sepa ganar un partido en el último segundo.

En esta última semana, un servidor y Kantinu cuestionábamos la actitud del entrenador. Ivanovic no es el mismo personaje. Del entrenador que inspiraba y nos hacía respirar una seguridad avalada por una trayectoria limpia pero no inmaculada en Vitoria ahora se nos transmite un ser introvertido que ya no castiga con reprimendas públicas a sus jugadores. Ivanovic ya no grita y desconozco si es positivo o negativo el cambio. No sabría descifrar su actitud, pero puede haber una mezcla de conformismo, inmobilismo, el sindrome de la aceptación y el delirio que pueda provocar esta situación. Dusko es consciente que su crédito no es ilimitado y menos aún en una institución tan esquizofrénica como es el Barcelona. Menos aún cuando se dispone del presupuesto más elevado en la elite europea.

La sensación que se ofrece es la de disponer de un juguete que no sabemos hacerlo funcionar y, como a los niños pequeños, es más fácil echarle la culpa al pobre juguete en vez de leer las instrucciones. Es más fácil señalar a los jugadores antes que conocer las características que nos puedan ofrecer. Ayer el diario Sport tildó de mediocre a Fran Vázquez. En mí opinión Fran Vázquez puede ser útil, pero siempre que se atiendan y entiendan sus virtudes. Si Fran Vázquez nunca ha jugado como único referente en el poste bajo, no por considerarle la eterna promesa lo hará. Si de algo se debe esperar de Fran Vázquez es poniendo a otro armario a su lado. O Marconato o Kasun nunca Trias. En este caso Ivanovic debe adaptarse a lo que tiene. Dispone de un grupo de una calidad sensacional pero que no comulga con sus valores personales. Debe cambiar porque será complicado que haga cambiar de mentalidad a doce jugadores. Y cambiará porque sabe que será lo mejor para el equipo, aunque para ello exigirá mayores garantías. Creo que habrá un fichaje antes del viernes. El alero es necesario en un equipo hasta ahora limitado en jugadores bajos y jugadores altos. Falta un jugador de perfil medio que aporte el equilibrio en la pista. Basta ya de experimentos con Trias. Que como Ukic en la dirección, es el que más minutos y el que más aporta en la zona pero todo un coladero en el poste bajo. Dos jugadores que participan pero que también generan desequilibrio. Situación tan odiosa en un deporte que se fija tanto en la estadistica.

El Barça aún no tiene las ideas claras. Es público y notorio que está en una pretemporada particular. En este fin de semana no sólo delataron la fragilidad táctica, se evidenció la ausencia de funciones de cada jugador. Podríamos considerar una anarquía táctica o bien la escenificación de la teoría del caos, pero no debemos considerar lo ya visto como un planteamiento de baloncesto porque sinceramente no lo es.

El otro problema grave que percibo en el Barça se centra en el ritmo y en la transición del juego. Quisiera entender que va vinculado a la adaptación de Jaka Lakovic al equipo. Al igual que la temporada pasada, el puesto de base titular sufrió en el primer mes de competición. Con Williams recuerdo yo que era un desastre a principios de la temporada, vinculado a la disputa del liderazgo en la pista entre Navarro y el norteamericano. No obstante, lo peligroso son los cambios bruscos que hace Ivanovic. Retirar a un jugador titular a los tres minutos del primer cuarto se entiende como retratar a los ojos de todos su actuación. Son las manías de Dusko pero políticamente son tan incorrectas como reprobables. Aunque para reproches mejor hacerselos a Ukic, que dirigiendo es peor que Sergio Rodriguez. Por lo que si nadie lo remedia me estoy imaginando a Basile alternándose el puesto de base con el esloveno, aunque este remedio es más un parche que algo sensato, si no hay fichaje de base defensor sufriremos al italiano para detener a bases más eléctricos.

Visto lo visto, es complicado que en quince días cambie mucho la situación. El calendario no es nada favorable puesto que tanto Etosa como Gran Canaria son equipos que pueden hacer pasar apuros a todo un Barcelona. Insisto en no descartar fichajes. Por que una pitada en el Palau Blaugrana nadie lo desea. Confiemos que sean las pequeñas turbulencias de un largo viaje....