La apatía sacude a Ivanovic

Se esperaba un partido sin atractivos y sin el plus del que te obliga a rendir al máximo rendimiento en los partidos europeos. El Barça y el Efes Pilsen jugaron un encuentro, mezcla del barroquismo que caracteriza el talante de Mahmuti y mezcla de complacencia ya anunciada en la antesala. Y eso que de inicio un servidor reflexionaba en los posibles atractivos que pudiera tener el partido. Nada de eso. Ya en el minuto inicial el Barça estaba descentrado, sin nervio ni chispa. Posiblemente influenciado por el hoy silencioso Abdi Ipekçi, nada que ver con la pista ruidosa e infernal cuando acoje los partidos del Fenerbahçe.

Ivanovic comenzó con Rodrigo de la Fuente en el cinco inicial, por lo que el mensaje era claro para Mahmuti, Ivanovic había plantado la defensa zonal con Trias y Fran Vázquez en el poste bajo y si el equipo turco tuviera opciones deberían pasar por los hombres del perímetro turco. Abi, Drew Nicholas y el acierto de Haislip. En apenas cuatro minutos, Haislip había anotado 3 triples de 4 intentos y Drew Nicholas conectaba con facilidad con Prkacin. Jaka Lakovic era un coladero defensivo y Navarro y Rodrigo no se enteraban de la película. Lo que perjudicaba a Fran Vázquez que se veía obligado a estrechar el marcaje a Haislip que parecía hacer el partido de su vida. Dos de las cinco faltas personales del gallego se cometieron en apenas cinco minutos y forzadas por el pivot americano. En el minuto 3 Lakovic fue sustituido por Roko Ukic mientras que en minuto 8 Kakiouzis y Marconato entraron por Trias y Fran Vázquez. El partido debía ganarse a partir de la intensidad defensiva. De esta manera se enfrío un poco el parcial, perdiendo por 24 a 17. Siete puntos de diferencia.

En el segundo cuarto Ivanovic decide introducir el perímetro habitual con Lakovic y Basile en pista. La situación se iba de las manos puesto que no se garantizaba la posesión del balón. Navarro se sentía incomodo y acababa de perder un balón. A partir de ese movimiento el Barça comenzó a remontar posiciones y se hizo amo y señor del partido. Se anotaba y se defendía con intensidad. Al menos el Efes Pilsen se sentía más incómodo en la pista. Tanto fue así que el Efes se quedó atascado en 5 puntos y el Barça remontó los 7 de desventaja y anotó 10 puntos más. Un triple de Lakovic supuso la máxima diferencia del Barça, 5 puntos. Y aquí el Barça comienza a perderse. El primero de ellos Ivanovic.

Con Marconato en pista se había garantizado la defensa y el rebote defensivo. Ya con el marcador a favor quiso darle descanso y apostó por dos pivots más dinámicos. La pareja Kakiouzis con Trias. El baile resultó ser una temeridad puesto que fue aprovechado por Kerem Gonlum que desde que se fue el italiano anotó 12 puntos de manera casi consecutiva. De la nada al recital ofensivo. Con este cambio no sólo el Efes recuperó la autoestima sino que desde el triple de Lakovic, 29 a 34, se pasó a un 46 a 39. No todo es atribuible a los pivots del Barça, ya que con la ausencia del italiano el Barça jugó sin un referente claro en la pintura. Habían espacios abiertos, y el máximo surtidor de oportunidades ofensivas del equipo turco, Drew Nicholas, acabó el segundo periodo con 4 asistencias y 2 robos. Y Lakovic de nuevo al banquillo. El Barça estaba perdido. Y Navarro que era el único que sabía dónde estaba ya no volvió a salir a la pista.

Fue en ese momento que Ivanovic decidió dar cancha a los menos habituales, Ukic en la dirección, Grimau como perro de presa y Rodrigo de la Fuente como alero alto. Salió Kakiouzis e Ivanovic dió entrada a Marconato. Era necesaria la presencia del gallego y se demostró en el tercer cuarto. Mayor solidez por momentos pero el Efes se sentía cómodo en pista. Ivanovic dejó crecer a los suplentes y no hubieron apenas cambios, salvo el de la rotación del pivot italiano, en aquel entonces superado por la situación, por Fran Vázquez que es el que mejor intima en la pintura con Trias. Con la entrada de Fran Vázquez se ganó en presencia e intimidación y sí la diferencia de puntos mediado el tercer cuarto era de 17, con Fran Vázquez se redujo a 10 puntos a fin del tercer cuarto.

No es que el Barça recuperará el ánimo, más bien tanto Ivanovic como los jugadores se mostraban apáticos en el partido de ayer. De hecho la diferencia se reducía principalmente por las malas decisiones de tiro del equipo turco, y sin enterarse el Barça se veía a sólo 5 puntos. Si el equipo hasta aquel punto parecía en un estado de somnolencia, al verse a una distancia tan cerca fue un despertar de golpe. Adrenalina. Rápidamente, Ivanovic decide cambiar a Ukic por Lakovic e intenta a la desperada hacer creer en la victoria a sus hombres. Hubiera sido el colmo ganar este partido porque era realmente la ley del mínimo esfuerzo. Al Efes le comenzaron a entrar las dudas. Seguían con las malas elecciones y aún con el marcador a favor se sentían perdedores del partido. No en vano habían perdido hasta 6 partidos en su cancha, y que llevaba tres partidos consecutivos perdidos. Los turcos estaban con la moral minada y el Barça totalmente relanzado. A falta de 30 segundos Roger Grimau tuvo la oportunidad de empatar el partido a 78, momentos en los que un jugador muestra y demuestra el control mental de la situación. No fue así, erró uno de los dos lanzamientos y el Barça se privó de forzar al menos la prórroga. El Barça se despertó tarde. Al menos se reaccionó sin Navarro. Y eso ya es noticia.