El clásico del voluntarioso

Todos los duelos entre el Barça y el Madrid sirven para alimentar a un jugador que se vuelve protagonista. Así creció el protagonismo de jugadores como Fernando Romay, Nacho Solozábal con su triple en el último segundo, Djordjevic cruzando el puente aéreo o Pau Gasol cruzando el charco para hacer las Américas. Se trata de duelos donde se instala la épica y lo irracional y se desplaza la táctica y el sentido común. Duelos que protagonizan no sólo los mejores, sino los jugadores que a partir de sus dificultades se sobreponen y logran hacer sombra a los grandes jugadores. Y en esas creció el mito de Jordi Trias, el conocido en este foro como el voluntarioso. El antihéroe.

Trias, es indudable que ha crecido, y eso es mérito de Ivanovic. A los que hemos seguido su trayectoria, desde el entonces Casademont Girona, vimos en él un jugador espigado que se movía bien por la pista. Subía bien el balón pese a su altura, una virtud que hizo que los que lo quisieran fichar vieran en él un relevo de Gasol por sus movimientos. Buen reboteador pero mediocre defensor. Pese a sus 2.07 pesa 96 kg, es decir tanto como Dwane Wade. Un pivot con este peso debe ser excelente en la táctica, y Trias, lamentablemente, en este aspecto se sentía en terreno muy pantanoso. No crecía como jugador y se estancaba como un jugador de referencia en equipos de segundo, o tercer nivel. Ivanovic detectó los problemas y se decidió a pulir estos detalles.

Jordi Trias, como otros pivots de la factoría Dusko, se pasó la mitad de la temporada pasada chupando banquillo con Marc Gasol. Mientras uno se lo tomaba como algo personal, el otro intentaba comprender lo que le pedía Dusko Ivanovic. Aprender movimientos defensivos y pulir los detalles que impedían su progresión. A partir de la defensa se podrían ver sus cualidades, subir el balón con velocidad y eficacia y dirigir contraataques letales para el contrario. El paradigma de Dusko, la obligación de Trias. Una vez empezada la segunda vuelta pasó de jugar cinco minutos a jugar todo el partido. Todo lo contrario que el hermanísimo. El premio hacia la empatía y el castigo para la arrogancia.

Trias se ganó el derecho a pertenecer a la plantilla azulgrana esta temporada. Dusko visto el trabajo desarrollado y la disciplina del jugador para someterse a sus órdenes, decidió mantenerlo como relevo de Fran Vázquez confiando en situar como alero alto a Kakiouzis y perfeccionar la jaula defensiva con tres hombres altos. Ahí veremos la mejoría y salto cualitativo en la pintura de este equipo. Comprobaremos si hay progreso. Mientras tanto, Trias tiene mañana la oportunidad de hacer el partido de su vida mañana. Lo tiene todo a favor, falta de referentes en los rivales y una gran complicidad con Fran Vázquez, su pareja de baile. Ya lo hizo en la final de Copa, mañana tiene la oportunidad de consolidarse en el Palau, dar un golpe de efecto al rival. Quizás mañana el patito feo se convierta en cisne.