Objetivo cumplido

Objetivo cumplido pero con muchos matices. El Barça ha ganado al CB Granada en un partido muy desigual. Un Granada que ha notado en exceso, y con mucha crueldad, la baja de Gianella para el encuentro de hoy. Y el Barça lo ha aprovechado porque realmente la ausencia de este jugador ha servido para que la bailarina a la que estamos acostumbrados los aficionados al Barcelona ha encontrado un fantástico espejo para maquillarse completamente. Porque a parte del resultado valga reconocer que el partido de hoy ha sido el típico encuentro que utiliza el Barça para tapar sus fisuras.

En el partido de hoy han coincidido dos aspectos, principalmente el CB Granada, que ha perdido por sí solo el partido. No ha tenido intención de disputar el encuentro al Barça y sólo Bordchart (que parece que quiera hacer méritos para hacer algo grande) y Cesar Sanmartín han cumplido. El resto ha naufragado. Los destinados a tapar la ausencia de Gianella, Pecile, Chris Hernández y Udrih, han fracasado por completo. Tanto que parecía que fueran malos jugadores cuando se tratan de elementos importantes en su equipo. Y regulares. Pero han navegado sin brújula y han andado perdidos.

Podríamos estar de acuerdo que las claves del Granada han estado neutralizadas felizmente. Y demuestran que el Granada a pesar de la buena forma de Bordchart es mucho más como equipo. Lamentablemente los 19 puntos, 11 rebotes y 8 faltas forzadas por el mormón de California no han servido para inquietar a los azulgranas. Se han bastado de sacar de quicio a Pecile para que el Barça pudiera abusar como acostumbra a los equipos que vienen a ciegas al Palau.

En cuanto al Barça, realmente han hecho un partido muy serio de inicio a fin. Seriedad y sin subestimar al rival han ofrecido el mejor juego colectivo de toda la temporada. Lakovic letal, Fran Vázquez intimidador y Juan Carlos Navarro sublime. Estos tres formarán la columna donde el equipo base sus opciones para la Copa. Más el trabajo de Kakiouzis y la defensa de Basile. Los papeles están repartidos y sólo falta ver como evolucionan las trayectorias. Pero sin apenas novedades, porque ofrecen las mismas sensaciones que la temporada pasada. Sin opciones pero con mucha ilusión, aunque por desgracia en el baloncesto como en otras facetas de la vida la ilusión simplemente es una virtud pero no la más necesaria para el triunfo en este deporte, pero al tratarse la Copa de una lotería habrá que aferrarse a ella. Aunque un servidor teme que con la ilusión de todos y el voluntarismo de Trias, Grimau o De la Fuente va a ser insuficiente.