Oxigeno en el Palau

Importantísima victoria la de este mediodía en el Palau ante el Caja San Fernando de Manel Comas. Victoria que vale su peso en oro, no por la tranquilidad que pueda aportar al banquillo, sino para dar tranquilidad a la grada y al entorno. No importaba como se consiguiera la victoria, si por lo civil o por lo criminal, si se ganaba en el último segundo o bien con suficiencia. Una victoria que sitúa un poco más de equilibrio entre las victorias y las derrotas. Una victoria para mirar hacia arriba.

El partido ha comenzado con un duelo interesante debajo de los aros. Un cara a cara entre Fran Vázquez y Demetrius Alexander, dos pivots de similares características, potencial y recursos, Demetrius buscaba marcar el territorio y le cargó con dos personales a los dos minutos de comenzar el choque, y ciertamente, Ivanovic debe de hacer mejorar los movimientos defensivos del gallego. Le hacen todas las faltas de la misma manera. Pero a pesar de ello, si Dusko en otros partidos lo habría sentado, en este sin embargo lo mantuvo en pista, quizás pensaría que en el duelo del miércoles ante el CSKA habría aprovechado las clases que le dió de manera gratuita Andersen. Y las aprovechó. Anotó 9 puntos de manera casi consecutivas, y lo mejor de todo, fuera de su área de influencia a una distancia de 4-5 metros. Incluso anotó 1 triple. Fran Vázquez demostró tener carácter, pese a que su defensa sigue siendo deficiente. La semana que viene se enfrentará a Daniel Santiago, veremos que tal irá el baile.

El partido siguió los guiones establecidos. Mucho ritmo en el primer cuarto, sestear en el segundo y decidir el encuentro en el tercer periodo. Tanto Comas como Ivanovic se pusieron de acuerdo en el guión. Mostraron sus cartas directamente en el primer minuto, Comas con Alexander, Antonio Bueno y Michal Ignerski. Por su parte Dusko se presentó con Fran Vázquez, Marconato y Basile. Alexander se comía ofensivamente a Fran Vázquez mientras que Antonio Bueno desplazaba a Marconato impidendo que el italiano ayudara a su compañero. Comenzaban los desequilibrios en el Barça. A esto había que añadir el impecable trabajo de Ignerski para anular tanto a Navarro como a Basile.

Todo plan de Comas se fue al traste con la lesión de Antonio Bueno en un salto con Fran Vázquez. Con la entrada de Femerling sustituyendo a Bueno el Caja San Fernando perdió la batalla táctica con el Barça puesto que Femerling es un pivot muchísimo más estático que Bueno y propició una lucha de cuatro hombres en un espacio de dos metros cuadrados. El Caja San Fernando con Femerling se aseguraba el rebote ofensivo, pero perdían espacios importantes para anotar. Esos espacios que el lesionado provocaba y que tanto beneficiaban a un Demetrius Alexander que se encontró sin las facilidades de los primeros minutos del choque.

El plan de Comas no salió como se esperaba por otro aspecto. Hollis Price. El americano estuvo nervioso, y esos nervios provocaban pérdidas estúpidas de su equipo. Unas pérdidas que el Barça no supo aprovechar hasta los últimos minutos del partido. Unas pérdidas que parecían delatar que los cajistas no querían ganar el partido. Si en la dirección estuvo muy irregular, en la defensa tampoco destacó. Cada decisión errada suponía un contraataque de Lakovic. El esloveno se aprovechó de ello haciendo dobles figuras, 16 puntos y 10 asistencias. Asistencias que movieron al equipo dándole un poco más de dinamismo al juego. Asistencias a cada cuál más bella, provocando canastas preciosas de Grimau o de Marconato. El Barça con Lakovic se gustaba mientras Ukic aprendía en la banda como deben jugar los mejores bases de Europa.

Si hay errores que todavía no se han subsanado, como el rebote ofensivo y el posicionamiento defensivo principalmente, se ha mejorado en las selecciones de tiro. Ya no se fuerzan tantos lanzamientos. Navarro incluso de su selección ha lanzado mejor y forzado menos intentos, y cuando no lo ha hecho por no estimarlo oportuno cargaba de faltas personales al jugador que le sometía al bloqueo, véase Ignerski que en el primer cuarto lo tuvo bastante amargado y cuyo marcaje, junto con el de Carlos Cazorla, fue decisivo en que sólo anotara cinco puntos en 20 minutos. Fue sin dudas un partido complicado durante tres cuartos y que se ganó con relativa calma en el cuarto periodo. Una victoria para apaciguar los ánimos y para encarar con más confianza el choque frente al Unicaja. Era de esperar, después de la tempestad siempre llega la calma. A ver cuanto dura....