domingo, noviembre 26, 2006

Barridos por la marea blanca

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Barridos. El Barça hizo el ridículo en Vistalegre perdiendo por 90 a 77 frente al Real Madrid. Un partido que apenas duró dos minutos, lo demás fue un ir contracorriente, detrás del marcador y permanecer en la pista para que el resultado no fuera de escándalo. El Madrid a ritmo de percusión se hizo respetar ante un rival de similar pedigrí pero de escasos recursos. El Madrid ganó a un grande y pone punto y final a temporadas aciagas de baloncesto, mientras el Barça mantienen y aumentan sus dudas respecto a esta plantilla. La apuesta más sonada de Europa quedó ninguneada en apenas dos minutos.

La propuesta del Madrid ya la llevamos debatiendo varias semanas. Un baloncesto simple, intenso y muy directo. Centrado en un Raúl López que aumenta sus prestaciones jornada tras jornada. Nada que ver con el director de juego en Girona. Intenso en la defensa y maravilloso en la transición ofensiva. Sólo la fidelidad hacia el club contrario me impidió disfrutar del encuentro practicado por el base madridista. Una fidelidad que se concentraba en percibir el pasotismo de los jugadores y del entrenador en la banda. Para ganar en Vistalegre tenían que ser importantes, Lakovic, Basile y Trias. Sin embargo, como de costumbre, cuando el hombre importante es Navarro el Barça pierde credibilidad ante el contrario. Cuando el recurso se convierte en el motivo de las derrotas.

No se garantizó la posesión. Ayer Lakovic primero y luego Ukic fueron presas de los nervios cuando lo que se necesitaba ante el Madrid era la tranquilidad y posesiones largas. Un partido lento y trabado, nunca un desfile de errores fruto de la precipitación. Nadie tiraba en su posición determinada, sino totalmente descolocados, mientras el Real Madrid encontraba canasta con facilidad. Sin esfuerzos. Mientras la larga distancia por momentos era el único recurso al bosque y la jaula que instala Ivanovic para solucionar los encuentros, Felipe Reyes se sentía cómodo en la capturación del rebote. 15 rebotes ofensivos por sólo 12 defensivos por parte del Barça.

Si bien la anulación de Bullock y su conexión con Hamilton fue todo un hecho, 9 y 8 puntos respectivamente. Todo se fue abajo con la posesión del balón y con la colocación en la pintura. Era tal disparate que hasta Kasun mermado por la cadera tuvo que salir para tapar los espacios que dejaba Kakiouzis y que Marconato no podía solucionar. Fue con Kasun cuando mejoró parcialmente la colocación en el poste bajo. Pero Felipe Reyes aprovechaba los espacios del griego. Demasiadas facilidades que invitaban a un Mumbrú al lanzamiento exterior en pleno delirio madridista.

Ni Lakovic estuvo fino, Basile jugó apenas diez minutos y Trias fue un argumento insuficiente para silenciar la percusión. Demasiadas piezas desencajadas que justificaban el caudal ofensivo de los madridistas, Hervelle por ejemplo también aprovechó los espacios que dejaba Trias para ofrecer el bloqueo a su compañero, no tuvo necesidad de forzar lanzamientos, todo eran canastas fáciles. Hasta intentó el lanzamiento exterior. Al Madrid visto el panorama todo le salió de cara.

Y mientras, en Barcelona ya se comienza a cuestionar al entrenador. Se veía venir. El equipo no funciona, los fichajes no rinden lo esperado y la imagen dada ayer evidenciaba mucha precariedad en los planteamientos. Hay quien dice que las rotaciones del entrenador van en función del cabreo de Dusko. No quisiera pensar esto a estas alturas de la temporada. Lo que sí es cierto es que el equipo ha tocado fondo. Se ha dado cuenta que la grandeza no se otorga porque sí, la grandeza se lucha y se mantiene partido a partido, y ahora el equipo es una apuesta sonada de grandeza presupuestaria que dista mucho de la grandeza deportiva. El colmo de la ostentación y de la apariencia.




Foto: En portada, Felipe Reyes, Navarro y Louis Bullock, el verdugo, el recurso y al único que supieron anular ayer el Barça




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3 Comments:

At 26/11/06 23:59, Anonymous Anónimo said...

Comparto tu idea de que el primer cuarto fue lo único a ver desde un punto de vista culé.

Teniendo en cuenta que el primer rebote defensivo del Barça llegó a falta de medio minuto para el fin del primer cuarto y que hubo partidos de Manute Bol que hizó mas que Marconato ayer. Está claro que en defensa estuvimos mal por dentro. Y por fuera, ya que Reyes hizó lo que quiso, debido a la apatia exterior excepto de Rodrigo.

Si vigilamos a Bullock y las mete Mumbrú. ¿Por qué no sacamos a Basile antes para defender a ambos?
¿Por qué Kasun sale el número once a la cancha?

Está claro que si el mas entonado es el quinto pivot de la plantilla y la estrella es el unico que mete puntos con una cierta regularidad durante todo el partido vamos muy mal.

Por otra parte, enhorabuena al Madrid. Creo que pueden ganar algo este año. Especialmente la Copa. Es relativamente pronto y puede ser que les dure la racha. Tienen la suerte de que han juntado una plantilla con mucha gente que acumula hambre, y un entrenador que reparte bien los bocatas. Ahora bien, con otro equipo u otro Barça, se hubieran ido al descanso empatados, ya que en el segundo cuarto se les apagó la luz y un TAU, por ejemplo, no se lo hubiera perdonado.

En fin, da la sensación de que hay un pulso Ivanovic - Plantilla y lo de ayer fue un ordago mutuo.

Saludos en la debacle.

 
At 27/11/06 12:01, Blogger Capità Enciam said...

@stifmacuin,

Kasun salió más tarde por sus problemas de cadera, verle jugar dió bastante lástima porque no estaba ni al 40% fisicamente.

Para mí era de extrema importancia la participación de Basile. Tres jugadores que tuvieron más minutos fueron Navarro y Grimau. Sólo faltaba De la Fuente que jugó sólo cinco minutos menos que Basile.

 
At 27/11/06 13:45, Anonymous Anónimo said...

Mientras la fiebre Navarro llene las bocas de los periodistas seguiremos igual. Con Dusko y con quien sea que quieran a Navarro de líder de este equipo.
¿En que condiciones ha ganado Navarro? nunca de líder. Selección y el Barça de Pesic son un ejemplo. Allí los líderes eran otros. Alí su presencia en el banco era más habitual. Allí cuando se salía del equipo lo sentaban.
Personalmente pienso que existe una fractura plantilla-entrenador que pude ser crónica si no se impone definitivamente un criterio de trabajo, mejor o peor, pero un criterio claro hacía donde dirigir el equipo.

 

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