El arte de vender ilusión y gestionar emociones.

Para tratar de ocultar la realidad, muchas veces se filtran noticias interesadas, tendenciosas, utópicas, con el objetivo de animar a ese aficionado de perfil bajo, a ese adolescente que juega a baloncesto el sabado por la mañana en el equipo de su colegio, acompañado como no de su padre, orgulloso de él. El humo está de moda, y más en los tiempos que corren, dos meses sin competición, a la espera de un mundial de baloncesto en horas intempestivas mientras ahora nuestros mejores jugadores buscan nuevos retos, pagados por ellos, para hacer las américas.

El humo vende, es necesario, y más cuando las cosas van mal, aunque los dirigentes se olvidan de él cuando las cosas van bien, entonces no es útil, es perjudicial, y los dirigentes optan por vender otro concepto, la ilusión. La que no supieron vender en su día TVE cuando adquirieron el baloncesto por obligación, y que si han sabido La Sexta o Telecinco para rentabilizar sus inversiones.

La manipulación de los intangibles es una difícil tarea, esta semana podemos comprobarlo en dos sociedades distintas, Real Madrid y el C.B. Granada. Ambas sociedades, como todas en la ACB, tienen la dificil tarea de llenar sus pabellones,e incrementar audiencia, en el año quizás más crítico desde la refundación del baloncesto con la liga del play-off.

La del C.B Granada utiliza la figura de su jugador franquicia, mi admirado Curtis Bordchart, que rechazó ofertas importantes como la del coloso Maccabi, para ganar calidad de vida huyendo del tópico de deportista con ambición de gloria y dinero. La campaña se titula 'Yo, me quedo, ¡Ahora te toca a ti! , con el objetivo de hacer llenar el Palacio de los Deportes de Granada, con 7000 localidades, un proyecto ambicioso, un ejemplo de construcción de una realidad objetiva, con el objetivo de vivir el baloncesto de élite como se ha conseguido en Málaga.

El Real Madrid sin embargo, basa el proyecto en una utopía, sin haberse clasificado para la Euroliga, dando una imagen triste y lejana a su grandeza, pretende dinamitar la estructura del baloncesto europeo para convertirse en una franquicia NBA con el 51% de ella, ambicionan construir un pabellón en Valdedebas, cuando ni siquieran han llenado Vistalegre, hecho que si consiguió Estudiantes, un equipo, de los pocos quizás en Europa que mantiene las señales de identidad en su hincada, conscientes de sus limitaciones y de sus virtudes, como la del CB Granada.

No quisiera evaluar ambas actitudes, pero confieso que el Real Madrid primero debería ambicionar volver a ser grande no sólo en Europa, sino primero en Madrid, y luego en España, la NBA funciona allí, puesto que tienen un código de valores difícilmente exportables a Europa, y con ello puede provocar más distanciamiento del que ya hay en su afición, un planteamiento erróneo de gestión de emociones.